Tiramisú

Batir a punto merengue 5 claras de huevo con 50g de azúcar y 1 pizca de sal.

En otro cuenco batir 5 yemas de huevo con 50g de azúcar hasta aclarar y notarlas consistente "punto letra".

Añadir a las yemas 500g de queso Mascarpone.

Poner en remojo en agua fría 1 lámina de gelatina sin sabor, unos minutos. Quitar el agua y disolverla en un chorrito de agua caliente. Añadirla a la mezcla del queso y yemas.

Mezclar

Incorporar las claras haciendo movimientos suaves con una espátula.

Dejar reposar en la nevera un rato.

Preparar café algo intenso. Añadirle licor de Amaretto o en su defecto otro: brandy, licor de café...

Mojar galletas vainillitas, o bizcochos de soletillas, en el café e ir colocandolas en un molde de manera que quede una capa que cubra todo fondo del molde. Añadir sobre éstas la mitad de la crema del mascarpone. A continuación otra capa de vainillitas bañadas en café, y encima el resto de la crema del mascarpone.

    

Dejar enfriar en la nevera, un mínimo de 2 horas.

Antes de servir espolvorear con 3-4 cucharadas de cacao por encima.

La pizca diferente.

La hoja de gelatina, es un pequeño truco para que la crema tenga algo más de cuerpo y las raciones se mantengan estables una vez servidas. Se pueden utilizar 2 hojas de gelatina si gusta con más cuerpo.
Este postre es espectacular pero tiene una particularidad, que a mi no me gusta mucho, y es que los huevos aunque estén muy bien batidos y se puedan consumir así, no dejan de estar crudos. Para evitar cualquier tipo de toxicoinfección alimentaria, antes de realizar esta receta. Poner los huevos en una olla con agua. Calentar hasta los 60ºC, pero sin sobrepasar los 64ºC. Dejar unos minutos. Retirar y continuar con normalidad. De esta manera se pasteurizan, sin que lleguen a cuajar.

Comentarios

Podría sustituirse el queso Mascarpone, por otro tipo de queso crema, pero yo recomiendo mil veces que no, ya que un tiramisú sin mascarpone, no es un auténtico tiramisú.